En exclusivo dialogamos con la jugadora local.
Morena Castillo es la capitana del equipo femenino de Carlos Paz Rugby, y en esta cuarentena nos cuenta como está viviendo la situación, ya que también, trabaja diariamente en el Hospital Domingo Funes.
Castillo llegó a la ciudad desde Trelew, y al poco tiempo, no dudó en ir a buscar su nuevo amor a Carlos Paz Rugby.
Allí, Morena, fue de menor a mayor, y con un equipo que ya está consolidado, se transformó en la capitana de las carlospacenses.
Teniendo en cuenta que ella ya venía jugando al rugby en el equipo del sur, la centro o apertura, consolidó su buen momento en la villa serrana…
Al igual que su juego en la ciudad, Morena Castillo, desde hace un año trabaja en la cocina del Hospital , hoy afectado de lleno a la pandemia del Coronavirus…
Y vaya si sabe jugar estos tipos de partidos, algo que el rugby le permitió conocer y brindar, el ser solidario con el otro, respetar a los demás y seguir creciendo como persona.
A sus 27 años, continúa sus sueños y objetivos, el llegar a jugar el Nacional de Clubes, o la misma convocatoria a la Selección de Córdoba, que con el buen nivel que está pasando seguramente no tardará en llegar…
En fin, al igual que muchos deportistas la ciudad, Morena Castillo nos muestra la conjugación del deporte y el trabajo, sacrificio, y la importancia que puede llegar a tener hoy implementar el rugby en las acciones cotidianas del día a día…
Ese día a día que la tiene trabajando en el Hospital, y a su vez, cuando llega a casa, deja su uniforme, toma los recaudos necesarios de prevención, para volver a meterse en el rugby, y entrenarse en su hogar…
¿Cómo estas llevando la cuarentena en lo deportivo y laboral, también haciendo lo propio en el Hospital?
“En lo deportivo sigo haciendo las rutinas del gimnasio al que iba y los planes del PF del club. El aislamiento no es excusa para quedarse quieto, así que hacemos con lo que tenemos al alcance en casa. Mis pesas son un par de bidones, por ejemplo. En cuanto al hospital trabajamos con la modalidad de siempre, yo estoy en la cocina. Hoy más que nunca se trabaja con todas las medidas preventivas. Incluso al llegar a mi casa las aplico”.
¿Cómo llevaron a cabo la pretemporada?
“La pretemporada fue muy efectiva. La mayoría de las chicas se mantuvo en movimiento en las vacaciones y esto sirvió para poder completar bien los entrenamientos, que estuvieron duros. Alcanzamos a jugar un sólo amistoso antes de que se decrete la cuarentena. Jugamos en casa contra las chicas de Jesús María”.
¿Está más afianzado el equipo que el año pasado?
“Mucho. Es lo que siempre les digo a las chicas. Yo comencé en febrero de 2019 y es increíble el crecimiento que tuvo el equipo. Tanto en lo grupal como en lo deportivo”.
¿Qué te da el rugby que no tenga otro deporte?
“El rugby me da una segunda casa y una segunda familia. Me da motivación y las ganas constantes de seguir mejorando”.
¿Te acordas como arrancaste a jugar rugby?
“Sí. A fines de 2011 se formó un primer grupo de chicas por un llamado en el diario en Trelew, Chubut, de donde vengo. Nos encantó y recién en 2013 se volvió a reunir el grupo formando un equipo y perteneciendo a un club. Nunca más lo dejé”.
¿Tenes alguna jugador o jugadora como referente?
“No justamente uno, soy de rescatar algo positivo de cada uno. Por ejemplo, el juego de Sofía Gonzáles, la humildad y la entrega de Agustín Creevy, lo imparable de Portia Woodman. Y así, podría nombrar a varios”.
¿Algún sueño por cumplir con esta disciplina?
“Sí, me gustaría jugar un nacional de clubes con las chicas. Y en lo personal, formal parte del seleccionado cordobés”.
¿Qué te genera ser la capitana del equipo?
“Mucho compromiso. En un principio arranqué como para no dejar de entrenar y hoy estoy metidísima. A la vez voy aprendiendo día a día y trato de transmitirles a las chicas lo que me genera jugar al rugby”.
Foto: Prensa Carlos Paz Rugby.
